La respuesta a emergencias y desastres y la recuperación tras su ocurrencia, son procesos complejos, que requieren el esfuerzo mancomunado de muchos actores, por ello, nuestros planes, programas y proyectos, deberán considerar las acciones desarrolladas por otros actores humanitarios y coordinar sus esfuerzos para generar sinergias, ampliar la cobertura de los programas y mejorar el desempeño humanitario.
Especial espacio de coordinación y trabajo en red lo constituyen la Red de Ayuda Humanitaria Chilena y la Red Humanitaria Internacional.
Además, con el cada vez mayor interés por las relaciones y el diálogo inter-confesional, la financiación de programas de respuesta a las emergencias de organizaciones pertenecientes a otras confesiones o seglares, que comparten nuestra visión, nos ofrece oportunidades para relaciones no sólo sobre la base del diálogo, sino con acciones concretas27.