Calidad del Trabajo en Chile: Una Urgente Reflexi贸n

Por Karina Narbona Investigadora Fundaci贸n SOL

Calidad del Trabajo en Chile: Una Urgente Reflexi贸n

Aunque sea en el limitado contexto de una conmemoraci贸n, es obligatorio hacer un diagn贸stico del mundo del trabajo en nuestro pa铆s, sin temor a encarar sus llagas, en medio del enfoque aspiracional de desarrollo que circula en estos d铆as.

 
Viernes 27 de Abril de 2012
Por Karina Narbona
Investigadora Fundaci贸n SOL.

Todos los a帽os, a prop贸sito de la conmemoraci贸n del 1掳 de Mayo, el trabajo aparece excepcionalmente en el discurso p煤blico. Desde las autoridades, se celebran los avances cursados hasta el momento. Para la ciudadan铆a en general, significa un alto para descansar de aquello que justamente se celebra. As铆, el 1掳 de Mayo figura como una interrupci贸n de la rutina a prop贸sito de un tema que com煤nmente est谩 ausente en las noticias, los estudios, la agenda pol铆tica y la conciencia social. Y es que el trabajo ha sido borrado del imaginario, al menos en la arena p煤blica. Se habla del trabajo en la vida privada, pero no se liga a los grandes problemas del pa铆s. La capacidad de sensibilizarnos respecto a la forma en que la sociedad se asegura su reproducci贸n y respecto a aquello que ocupa gran parte de nuestro tiempo, marcando nuestra experiencia de vida, se ha perdido.

Aunque sea en el limitado contexto de una conmemoraci贸n, es obligatorio hacer un diagn贸stico del mundo del trabajo en nuestro pa铆s, sin temor a encarar sus yagas, en medio del enfoque aspiracional de desarrollo que circula en estos d铆as.

Se pueden identificar 5 rasgos del trabajo en Chile que son dignos de nuestra m谩s sentida preocupaci贸n: (1) precario, (2) desgastante, (3) mal pagado, (4) desigual y (5) arbitrario.

1) Respecto al primer rasgo, en un sentido sencillo, refiere a la situaci贸n de desprotecci贸n y vulnerabilidad en que se encuentra gran parte de la poblaci贸n trabajadora. Consiste en el padecimiento de una 鈥渓ibertad negativa鈥, porque 鈥 se dice鈥 existe mayor 鈥渓ibertad鈥 para moverse entre distintos escenarios y con menores 鈥渁taduras鈥 institucionales, pero no se cuenta con est谩ndares m铆nimos que aseguren un nivel de vida aceptable el d铆a de ma帽ana. Si se mira el tipo de empleo creado y no s贸lo el volumen, se puede notar una presencia alarmante de formas de empleo poco protegidas o precarias. Dentro de la variaci贸n de ocupados entre el trimestre enero-marzo 2010 y Diciembre 2011-Febrero 2012, el 25% son trabajos 鈥減or cuenta propia鈥 (principalmente, el caso de trabajadores de jornada parcial y de baja calificaci贸n), 鈥減ersonal de servicio dom茅stico鈥 o 鈥渇amiliar no remunerado鈥 y el 75% corresponde al trabajo asalariado, pero donde prima la modalidad de trabajado subcontratado o suministrado (el 61% de los asalariados). Considerando el empleo realmente protegido, esto es, con contrato indefinido, cotizaciones de salud, previsional y seguro de cesant铆a, solo un 53% de los asalariados cumple con esta condici贸n.

2) El trabajo en Chile adem谩s es altamente extenuante. El tiempo que dedicamos al trabajo es excesivo, el volumen de horas trabajadas es de 2.100 horas anuales, similar a los pa铆ses asi谩ticos (Uni贸n de Bancos Suizos, 2010). Adem谩s, el 30% de los asalariados full time trabaja en promedio 56 horas a la semana, superando con creces el tope de 45 horas de la legislaci贸n (Fundaci贸n SOL en base a NENE, 2011). Pero el trabajo es desgastante tambi茅n por la constante presi贸n que se ejerce sobre los trabajadores bajo la l贸gica hiperproductivista de las empresas. Las pol铆ticas laborales en boga hacen que gran parte del salario dependa de una constante alza en el rendimiento, sobre todo en las grandes empresas (ENCLA, 2008), y, por otro lado, cada vez se exigen m谩s tareas al trabajador, estando presente la polifuncionalidad en el 72% de los contratos (ENETS, 2009-2010). Bajo estas presiones y con altos costos personales, la productividad laboral se ha elevado en un 90% durante los 煤ltimos 20 a帽os (datos de Fundaci贸n SOL en base a Cuentas Nacionales del Banco Central, 1990-2009).

3) A pesar de que se dice que estamos cercanos al desarrollo, los sueldos en Chile son particularmente bajos. De hecho, obtienen nota cero en la escala de la OCDE (OCDE, 2011). Y no es de extra帽ar: el 76% de los trabajadores en Chile recibe un ingreso l铆quido inferior a $350.000 pesos (ENETS, 2009-2010).

4) En el rasgo 鈥渄esigual鈥 del trabajo es donde hay que prestar mayor atenci贸n, porque no es una 鈥渆xternalidad鈥 de la estructura laboral, es su esencia: la forma en que est谩 organizado el trabajo permite que unos ganen a costa de otros, lo cual se refleja directamente en los datos. A pesar de la considerable alza en productividad laboral (del 90%), los salarios han aumentado s贸lo en un 20% para el per铆odo 1990-2009, es decir, el 70% restante ha ido a engordar las ganancias de las empresas, sin que los trabajadores puedan disfrutar del valor que producen. Una forma de medirlo es con el 铆ndice de injusticia salarial. En 2010, la distancia salarial entre el promedio de sueldos y bonos de los gerentes generales de Chile (376 mil d贸lares anuales) y el sueldo m铆nimo, lleg贸 a 91 veces; en 2011, la distancia salarial llega a 102 veces, es decir, la brecha aumenta en 12%.

5) Finalmente, es sustancial considerar el rasgo de 鈥渁rbitrario鈥 del trabajo, que refiere a c贸mo el orden laboral se transforma en un orden externo al trabajador, dado su escaso poder de injerencia. En efecto, las instancias que la sociedad moderna ha creado para permitir a los trabajadores incidir colectivamente, que son el sindicato y la negociaci贸n colectiva, en Chile est谩n gravemente disminuidas. No m谩s del 15% de los trabajadores est谩n sindicalizados y menos del 10% est谩 cubierto por instrumentos colectivos, los cuales adem谩s tienen resultados salariales sumamente exiguos, que no superan de 1% real como promedio para los 煤ltimos 10 a帽os. Sin duda nuestra institucionalidad laboral, asentada en base a reglas impuestas en la dictadura militar a trav茅s del Plan Laboral de 1979, ha procurado eternizar este verdadero sistema feudal en la empresa.

As铆, si se miran estos 5 rasgos del trabajo, la conmemoraci贸n del 1掳 de Mayo adquiere un sentido distinto al que probablemente se le otorgue. No debiese ser una instancia gubernamental para sacar cuentas alegres respecto a lo que registra la agenda de corto plazo, tampoco debiese ser un d铆a vac铆o de significado para la poblaci贸n, todo lo contrario: debiese ser una ocasi贸n para recordar que los 365 d铆as del a帽o se nos va la vida en el mal trabajo, reconocer la enorme deuda que Chile tiene con sus trabajadores y reivindicar una real transformaci贸n social.


Fuente: Comunicaciones Pastoral Social Caritas
Santiago, 27-04-2012