
Les expresamos nuestro deseo de que la reconstrucción y restauración vaya por buen camino y que toda la ciudadanía apoye su gestión.
En relación a estos trabajos, hemos recibido inquietudes de algunos responsables y fieles sobre la dificultad de iniciar trabajos de restauración. Para ellos van estas orientaciones.
1. Muchas iglesias tuvieron en un principio diagnóstico favorable para su restauración. Pero posteriormente, especialmente en las de adobe, se ha desistido de restaurarlas.
Esto se debe, en gran medida a que quedan muy pocos especialistas, el maestro adobero especialmente, y al hecho de que no existe ninguna Universidad que incluya en su Programa de estudios académicos asignaturas sobre mantención y restauración patrimonial.
A raíz del sismo, se ha demostrado la necesidad urgente de implantarlos en las carreras de Arquitectura, Construcción Civil e Ingeniería. Esta innovación no sólo asegurará la permanente protección de nuestros monumentos nacionales e históricos, sino que, además, creará nuevas y variadas fuentes de trabajo permanente.
2. Nos preocupa, además, que algunos presupuestos están sobrevalorando los trabajos de restauración, y en algunos casos, provocando que, por el alto costo, se tome la decisión de demoler antes que restaurar, lo que es lamentable para la comunidad, para el patrimonio nacional e irresponsable ante las generaciones futuras.
El costo de restaurar adobe es bajo, porque la materia prima compuesta de barro con paja de trigo es muy económica. Y queda en el mismo lugar junto al edificio, posibilitando su reutilización. Además, los muros se pueden reforzar con pilares de madera y con malla sujeta a esos pilares. Este método, además de las normas tradicionales de construcción, les dará protección permanente.
3. Respecto a la restauración de imágenes, pinturas, objetos litúrgicos y de culto, la Comisión recomienda confiar sólo en restauradores expertos. Por ningún motivo entregarlos a quienes no garanticen estudios profesionales comprobados. La Comisión tiene una lista de restauradores, que puede ser consultada.

4. La Comisión lamenta profundamente la destrucción de la Iglesia de San Francisco, Monumento histórico de Valparaíso, a raíz del incendio del jueves 2 de Septiembre pasado. Y desea que sea recuperada fielmente a su estado original, con los mismos materiales y técnicas de construcción, para proteger su verdad histórica y patrimonial. A raíz de este lamentable hecho, la Comisión recomienda tomar las máximas precauciones antes de realizar cualquier trabajo:
a. Reunirse previamente con los directores y jefes de la empresa o equipo que efectuará las obras para analizar todas las medidas de protección necesarias, insistiendo y estableciendo en el contrato su responsabilidad de supervisar continuamente.
b. Mientras duren los trabajos, retirar y guardar provisoriamente, separado del recinto, todos los objetos de culto, y el mobiliario del lugar, y, si no es posible, cubrirlos y aislarlos con material incombustible.
c. Revisar que no quede ningún adorno o telas cerca de los trabajos.
d. Asesorarse con los Manuales de Conservación e Inventario disponibles en
www.iglesia.cl/bienesculturales.
La Comisión atiende consultas sobre la materia en el correo:
bienesculturales@iglesia.cl.
Fuente: Comisión Nacional de Bienes Culturales de la Iglesia
Santiago, 16-09-2010