Pastoral Social de Caritas Chile - 2014

Pastoral Social Caritas Chile
Versión 1
04 de Noviembre de 2014

Al hablar de artículos no alimentarios, se hace referencia a un conjunto de enseres que satisfacen necesidades y derechos humanos al permitir a la persona, las familias y las comunidades protegerse contra los rigores del clima y preservar la salud, la privacidad y la dignidad.

Las Normas Mínimas para la Respuesta Humanitaria, establecen que las personas afectadas por un desastre, “deben tener acceso a los productos y suministros esenciales para preparar y consumir los alimentos, disfrutar de confort térmico, atender sus necesidades en materia de higiene personal y construir, mantener o reparar las viviendas”14.

La experiencia nos enseña que una de las manifestaciones de solidaridad más recurrente es la donación de ropa de vestir, calzado, ropa de abrigo y ropa de cama y, en menor escala, artículos de higiene personal y de aseo domiciliario. Por su parte, la Doctrina Social de la Iglesia y las normas internacionales, basadas en un enfoque de derechos, nos señalan que estos enseres o artículos no alimentarios deben cumplir con algunos estándares mínimos a la hora de ser distribuidos a la población afectada.

Especialmente, se sugiere considerar:

1. En las evaluaciones de emergencia, se debe tener en cuenta las necesidades de la población en materia de ropa de vestir, ropa de abrigo, calzado, ropa de cama, útiles de higiene personal, implementos de aseo domiciliario, utensilios de cocina, así como la forma más idónea de proveer estos artículos sin dañar la economía local.

2. Es necesario evaluar de manera separada las necesidades en materia de artículos personales, como prendas de vestir y artículos de higiene, enseres domésticos, como los que se necesitan para almacenar y preparar los alimentos, y de artículos que permiten instalar viviendas, como láminas de plástico, cuerdas, herramientas o materiales de construcción básicos. Es indispensable distinguir entre las necesidades individuales y las necesidades comunitarias, sobre todo en lo que atañe a la cocción de los alimentos y al combustible. Se deben determinar los productos que pueden obtenerse localmente y cuyo uso es conocido. Se deben considerar las necesidades especiales de personas con capacidades distintas tales como recién nacidos, lactantes, niños y niñas, adultos mayores, personas postradas; estos grupos vulnerables a menudo requerirán de mayor cantidad de ropa de cama o mudas de ropa, así como enseres específicos tales como pañales de adultos o mamaderas.

3. Los artículos no alimentarios que se distribuyen a la población deben ser adecuados a la cultura local. Las prendas de vestir deben ser adecuadas para las condiciones climáticas y de tallas adecuadas. La ropa de cama que se distribuye debe garantizar el confort térmico y permitir que las personas puedan dormir separadamente si así lo deciden15.

4. Se sugiere que todas las mujeres, niñas, hombres y niños dispongan, a lo menos, de dos mudas completas de ropa, con las tallas correctas, que sean apropiadas a la cultura, la estación y el clima. Además, todas las personas afectadas disponen de un conjunto de mantas, ropas de cama, colchonetas o colchones que aseguren un confort térmico suficiente. Es recomendable que se considere la distribución de ropa de vestir y de cama adicional en caso de personas especialmente vulnerable. Las ropas de vestir y de cama, así como el calzado que se distribuye, deben tener una calidad, resistencia y durabilidad que permitan a las personas asistidas mantener o mejorar su calidad de vida.

5. Todos los artículos de plástico (baldes, cuencos, bidones, recipientes para el agua, etc.) deben estar fabricados con un plástico adecuado para uso alimentario. Todos los productos metálicos (cubiertos, cuencos, platos, tazones, etc.) deben ser esmaltados o de acero inoxidable.

6. Para el almacenamiento de estos artículos se sugiere tener presente que deben almacenarse por separado: Alimentos, ropas y útiles de higiene y aseo.

7. Los artículos que no sean de uso habitual en la población afectada, deberán llevar diagramas que expliquen claramente su forma de uso, así como las precauciones que se deban tener en cuenta. De ser posible, se harán demostraciones de su uso a la comunidad.

  1. El Proyecto Esfera. Carta Humanitaria y Normas Mínimas para la Respuesta Humanitaria. Normas mínimas sobre alojamiento, asentamientos humanos y artículos no alimentarios. Pág. 307.
  2. Para alcanzar una adecuada efectividad en esta materia, es recomendable coordinar la distribución con otros actores humanitarios presentes en la respuesta y que distribuyan artículos no alimentarios.